Utilizar elementos decorativos en solo dos o tres colores nos permitirá no sobrecargar la estancia y obtener un equilibrio cromático con un contraste agradable y relajado.
1. Colores, iluminación y contrastes
Un aspecto básico que debes tener en cuenta al decorar cualquier espacio interior es el de los colores. Si se trata de un espacio no demasiado grande, debes saber que los tonos claros ,como el pastel tienen la virtud de reflejar la luz; por ende, amplifican el espacio.
2. Destaca un elemento
Si cuentas con un sofá que quieras enfatizar por sobre el resto de los elementos de un cuarto, hazlo a través de los colores. Para eso, deberás escoger un color del elemento mismo o de las paredes que marque un contraste.
3. Define un estilo
Deberás decidir si quieres hacer uso de la madera para un efecto rústico, si te va el ahorro de espacio que propone el minimalismo y si prefieres algo innovador apelando a la combinación de colores.
4. El blanco es el mejor amigo de la luz
Para generar contrastes y resaltar los colores vivos que incorpores, indefectiblemente necesitarás de la luz adecuada. Una excelente manera de lograrlo, más allá de las ventanas y puertas, es pintar el techo y una o dos paredes de blanco.
5. Separación de ambientes
Si tienes una habitación o sala demasiado grande, puedes valerte de cortinas, paredes traslúcidas o puertas correderas para generar un ambiente más. De este modo, podrás potenciar la funcionalidad de cada lado.
