Los colores neutros son dominantes, pero discretos, se pueden aplicar en cualquier lugar de la casa y crean una atmósfera de luminosidad donde las formas asumen un papel protagonista.
En la decoración de interiores, los colores neutros siguen tan en boga como siempre, y hay buenas razones para ello. Son elegantes, serenos y acogedores.
Y a diferencia de los colores más fuertes que pueden ser difíciles de igualar, los neutros funcionan con casi todos los demás colores y son especialmente indicados en los interiores minimalistas y en la decoración nórdica.
Pero hay varios factores que debes tener en cuenta a la hora de decorar con un
color neutro.

Pero antes que nada, ¿Cuáles son los colores neutros?
Cuando se trata de colores, hay bastante debate sobre cómo definir cuales son los neutros, pero generalmente, se consideran neutros todos aquellos colores de baja saturación o intensidad.
Tradicionalmente, los colores que se consideran neutros son:
Blanco.
Negro.
Gris.
Beige.
Marrón.
Caqui.
Marfil.
¿Cómo decorar con colores neutros?
Decorar con un esquema de colores neutros generalmente se considera “seguro”, pero si no se tiene cuidado, una habitación con un color neutro puede ser muy insípida y aburrida. Si vas a decorar una habitación con neutros, asegúrate de hacerlo bien.
A continuación una serie de ideas y consejos:
Juega con texturas
Cuando decores con un esquema de colores neutros, una de las cosas más importantes que debes hacer, es jugar con la mayor cantidad de texturas posibles:
Lino.
Lana.
Pieles.
Muebles de mimbre.
Ratán.
Cerámica.


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